Ayúdame a pasar la noche. De cómo enfrentar una crisis en la familia

Por: Manuel Hernández-Samperio

Cada familia se rige por sus normas, creencias y por el sistema de relaciones y jerarquías que esto supone. La dinámica en cada casa corresponde a las actividades y competencias que cada uno de sus actores es capaz de realizar. Ayúdame a pasar la noche, dirigida por José Ramon Chávez, parte de un momento de crisis dentro de una familia para plantear su premisa. 

El matrimonio de Rodrigo (Hernán Mendoza) y su esposa (Elena de Haro) se encuentra en crisis por la adicción de ella a las máquinas apostadoras. Por su parte, Luis, el hijo mayor está a punto de casarse, sin embargo, su novia ya no se siente segura de hacerlo. Finalmente tenemos a quien cree que puede solucionar la situación. 

Las crisis y los problemas que en particular y en conjunto enfrentan, los llevarán a tomar diferentes decisiones que posiblemente lamentarán ya que un accidente está cerca de ocurrirle a uno de ellos, lo cual cambiará la situación en la casa. 

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Ayúdame a pasar la noche nos plantea una historia entrañable, que con un guión escrito por Lucía Sainte-Luce pone a la condición humana como el principal elemento sobre el que girarán las relaciones de cada uno de los personajes. Se parte de premisas sencillas: la esposa adicta al juego, la duda ante el matrimonio y el niño que piensa que todo puede solucionarse con propuestas "inocentes", acordes a su edad. 

Las actuaciones son resaltables, Hernán Mendoza y Elena de Haro, en la poca interacción que tienen a cuadro logran desarrollar personajes que contrastan y que revelan el hartazgo de la pareja. Mientras él se toma en serio la crisis familiar, ella parece vivir en una realidad ajena, en donde lo único que importa es ir a jugar; mientras él toma decisiones radicales, ella espera solucionar su situación pidiendo disculpas. 

En el caso del resto del reparto, la actuación de Diego Calva también es interesante pues logra hacer de su personaje una especie de mediador, que por su situación de estar en la antesala del matrimonio cree que podría ser capaz de lograr que sus padres hagan las paces, pero a la vez, sin lograr entender la situación por la que está atravesando su relación. Los demás personajes, están bien llevados y justificados, aunque las interpretaciones en el caso de los niños en algunas ocasiones se sienten un poco forzadas, sin embargo, no impiden el desarrollo de la cinta. 

Otro de los elementos a destacar es que en ningún momento se sienten forzadas las situaciones, esto basándose en la capacidad de la guionista de retomar acciones de la cotidianidad y llevarlas a la pantalla complementado por los demás elementos: diálogos, actuaciones y ambientación que juegan para darle verosimilitud a la historia. 

Hay un detalle, hacia los últimos minutos, que rompe con la continuidad y que aunque es necesario para llevarnos al final, es imposible no notar, debido a que con antelación se había hecho hincapié en esa situación, que aquejaba a la familia completa. Con todo y eso, se da pie a un remate genial para concluir con el filme. 

El otro detalle a mencionar es la edición, pues hay momentos que se ven entorpecido por la larga duración de algunos planos, cuando se pudo haber aprovechado para darle mayor dinamismo. La fotografía está bien lograda, se destaca, sobre todo, en las escenas que ocurren en la noche, en donde se nota que se ha hecho un buen manejo con la iluminación. 

Ayúdame a pasar la noche se erige como una historia sencilla y especialmente, sin pretensiones, en donde es fácil ver reflejada a la sociedad mexicana, no porque la cinta esté basada en estereotipos, sino porque varios de los problemas que aquejan a la familia protagonista suelen ser situaciones comunes en los hogares mexicanos, con sus debidas variaciones. 

Con una historia entrañable y personajes que conectan con el espectador, es una cinta que hace reflexionar sobre los vicios y los nuevos problemas que enfrentan las familias en la actualidad.

Ayúdame a pasar la noche, José Ramón Chávez, México, 2017, 94 min. Con: Hernán Mendoza, Helena de Haro, Diego Calva, et. al.