domingo, 24 de julio de 2016

Ixcanul. ¿Qué hay detrás del volcán?

Por: Manuel Hernández-Samperio.

Las costumbres indígenas han estado siendo rescatadas en los últimos años para ser llevadas al cine, el más reciente caso es el de El abrazo de la serpiente de Ciro Guerra podríamos mencionar a Corazón del tiempo de Alberto Cortés como un antecesor reciente. Ixcanul (palabra maya que significa volcán) es una cinta que se suma a la lista contándonos una historia que cala.

María es una joven indígena, junto a sus padres ha vivido buena parte de su vida a las faldas de un volcán yendo de finca en finca productora de café buscando una vida estable. La suerte de la familia parece cambiar cuando le arreglan un matrimonio con Ignacio, el hijo del dueño de la finca en donde trabajan, todo esto, obviamente sin consultarla. A pesar del arreglo, María no está muy convencida. Por azares del destino Ignacio se ve obligado a salir a la ciudad, a su regreso encontrará que las cosas han cambiado y que probablemente el trato sobre la boda tendrá que echarse para atrás.

María está dispuesta a afrontar las consecuencias de sus actos, con esta decisión se encontrará con la magia y creencias que rodean a su comunidad, de esta forma afrontará lo que venga en su vida sin importar ponerla en riesgo.

Ixcanul es una película harto interesante, plantea un guión sencillo, cercano a los melodramas mexicanos que suelen presentar la historia de la trabajadora que se casará con el patrón, sin embargo, toma camino distintos y no tienen ningún problema en mostrar la decisiones y situaciones más alejadas del final feliz que nos acercan hacia una realidad que viven los indígenas, refleja también la lucha que viven todos los días por preservar costumbres frente a un mundo que les exige cambiarlas y adoptar una vida que no les pertenece, las referencias al español (la película está en maya) o a Estados Unidos son ejemplo de ellos.

La historia como tal está bien trabajada, nos plantea una historia que podría parecer predecible, sin embargo, conforme avanza va dando algunos giros que la llevarán por caminos impensados pero que a la vez reflejan otros tipos de problemáticas como el tráfico de personas y la discriminación a quien no habla la lengua oficial. Además, una vez que arranca, mantiene en todo momento la tensión del espectador que lo tendrá esperando a que llegue el desenlace para conocer las consecuencias que correspondieron a cada uno, el final puede llegar a ser desolador.

Las actuaciones están muy bien realizadas y dirigida, pues no son profesionales en su trabajo, sin embargo, cada uno de los personajes logra transmitir sentimientos e intenciones. En cuanto a la dirección de cámara se tienen algunos encuadres que están bien logrados, se combina con planos secuencia y una cámara que fluctua entre estar fija o en movimiento, siempre respondiendo a las necesidades que plantea la historia.

También es de resaltarse la ambientación de la cinta, si bien es austera demuestra en buena medida la vida de las etnias indígenas, el desfile de vestidos propios de estos grupos también le provoca realce, pues refleja la riqueza de las costumbres, a pesar de que sabemos que durante la conquista les fueron permitidos sólo algunos modelos. Y todo se complementa con la iluminación que también está bien lograda, haciendo resaltar los paisajes del lugar que los rodea o algunos escenarios, el momento de la ducha puede ser un buen ejemplo.

Ixcanul es una película bien lograda (no por nada es la película guatemalteca que más premios ha recibido), retoma la cosmovisión indígena en la actualidad, reflejando sin juzgar aquellas costumbres que por la "civilidad" nos podrían parecer retrógradas, y a la vez denunciando constantemente tratos y menosprecios hacia estos grupos que han sido olvidados o hechos a un lado por mantener orgullosamente tradiciones, lenguaje, etc. 

Ixcanul, Jayro Bustamante, Guatemala-Francia, 2015, 100 minutos. Con: María Mercedes Conroy, María Telón, Manuel Antún, et. al.


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