viernes, 15 de abril de 2016

Desierto. Sobrevivir con sólo un arma: el cliché.

Por: Manuel Hernández-Samperio

Una problemática que constantemente se retoma en la cinematografía mexicana es la que tiene que ver con los movimientos migratorios, ya hemos visto en incontables ocasiones a migrantes mexicanos tratando de cruzar la frontera con el país del norte y a últimas fechas también a centroamericanos que buscan cruzar México. El producto final normalmente deviene en road movies que reflejan losuplicios que enfrentan los pobladores de los países que exportan migrantes y terminan por señalar las dificultades y diferencias que existen en las relaciones de las naciones implicadas.

Desierto, segundo largometraje de Jonás Cuarón (Año Uña fue aclamada a nivel internacional, pero en México difícilmente se escuchó sobre ella) pone su tema central en las dificultades que enfrentan los migrantes cuando buscan el multimencionado "sueño americano", lo que la hace distinta de la mayoría de las películas de esta temática es la inclusión de un minute man que está decidido a no dejar entrar a ningún extranjero a su país, lo cual convertirá a esta historia en un thriller.

Moisés, encarnado por Gael García, es un inmigrante que fue deportado México hace algún tiempo, en ese momento le prometió a su hijo que regresaría, a cambio recibió un oso de peluche que según el niño lo protegerá en su camino. Estos dos elementos antagónicos (el ranger y el migrante) se enfrentarán en el desierto, cada uno con sus objetivos bien claros y en donde el instinto de supervivencia será fundamental para lograrlos.

Esta producción se sitúa en un lugar cada vez más común: el éxodo  migrante. Lo que busca ser diferente es el suspenso que se le intentó inyectar. El problema: la cantidad inefable de clichés y lugares comunes de los que echa mano para contar la historia. El resultado: una película que logra algunos momentos de tensión, pero que se alarga innecesariamente, se vuelve predecible y cae, por momentos, en situaciones de inverosimilitud que pueden llegar a provocar un efecto contrario al buscado en un  principio.

Para ilustrar lo anterior basta mencionar, en primer lugar, el caracter emotivo en la misión del personaje principal, el oso que suena o las piedras que se caen en el momento menos adecuado, el sacrificio del oso, el personaje con sobrepeso que se queda rezagado, etc.

La película presenta también algunos problemas en el aspecto de la continuidad, especialmente en el aspecto de los movimientos ante la cámara, el más evidente se da en la escena en donde los migrantes son atacados por primera vez, en donde el "cazador" es visto desde distintos puntos en referencia al grupo. 

Otras cuestiones que harán dudar al espectador sobre la verosimilitud de la cinta se encuentran en algunas escenas en donde el perro persigue a dos personajes heridos, el primero que en varias ocasiones demostró ser veloz tarda mucho tiempo en alcanzar a los personajes, que dicho sea de paso, van cojeando.
La fotografía presenta detalles interesantes, hay un buen uso de la iluminación en los espacios abiertos, en donde por la intensidad del sol a veces es complicado filmar. El manejo de la cámara tiene varios aciertos, alcanza un buen ritmo y algunos de los seguimientos que se realizaron son buenos.

En cuanto a los efectos visuales y especiales consideramos tienen sus bemoles, si bien hay momentos que están muy bien logrados (la camioneta del ranger es ejemplo de uno) hay ocasiones en las se revelan como carentes de credibilidad: los animales tanto cazados o la fauna silvestre caminando sobre la pierna de un personaje son muestra de ello.

Desierto, la película de Jonás Cuarón. Imagen tomada de internet.Las actuaciones presentan a un Gael García y un Jeffrey Dean Morgan bien metidos en su papel, ambos conscientes del personaje que están encarnando, aunque la construcción de los mismos por momentos da la impresión de caer en el maniqueísmo del malo muy malo y el bueno, bueno, las interpretaciones tienen algunos matices que le dan mayor credibilidad y que le dan diferentes tonalidades a la personalidad de cada uno.
Si bien el gran acierto de Jonás Cuarón ha sido poner el dedo en la llaga de una problemática que se ha mantenido dentro de la agenda internacional de estos dos países y que en estos momentos se antoja actual a nivel mundial (los casos de refugiados en Europa son reflejo de lo mismo), lo hace con un filme que presenta algunas deficiencias como las mencionadas. Es un thriller que si bien, por momentos lleva buen ritmo, en otras ocasiones se pierde tratando de encontrar una salida positiva para el personaje principal.

Desierto de Jonás Cuarón, México, 2015, 94 min. Con: Gael García Bernal, Jeffrey Dean Morgan, Diego Cataño, et. al. 


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