miércoles, 23 de marzo de 2016

Conviviendo con los fantasmas del pasado. Desde allá.

Por: Manuel Hernández.

La teoría del psicoanálisis de Freud propone que todas las experiencias por las que pasa un sujeto se van quedando grabadas en el inconsciente y, se quiera o no, pasarán a formar parte de la personalidad de la persona; algunas experiencias pueden llegar a ser tan relevantes que son imposibles de reprimir o que emergen (se encuentran latentes en el preconsciente) gracias a algún estímulo para alterar al sujeto o hacerlo regesar a un estado traumático (o de shock) que vendrá a afectar su personalidad o su misma viva e interacción en sociedad. A grandes rasgos este preámbulo sirve como introducción para el problema central propuesto en Desde Allá, ópera prima de Lorenzo Vigas.

En esta cinta se nos presenta la situación de Armando, un empleado que se dedica a realizar prótesis dentales, pero que encuentra cierta satisfacción sexual observando a los jóvenes, algunas veces entabla conversaciones con ellos, pero en su mayoría satisface sus pulsiones a través de la vista. Un día conoce a Elder, un joven violento que se dedica a robar para sobrevivir en un mundo hostil. El cruce de estas dos personalidades tan opuestas desembocará en una relación que llevará a sus protagonistas a tomar decisiones un tanto extremas, no sin antes hacerlos cuestionar su personalidad, sus orígenes, sus gustos y lo que son capaces de dar o hacer por el otro.

La película en ciernes nos plantea la historia de dos personajes q a pesar de ser tan opuestos coinciden en dos rasgos en donde es fácil empatizar: la soledad y la ausencia del padre. Es precisamente esto último lo que, rige en la mayor parte de la historia. Un padre ausente por diversas circunstancias pero que llevará a los hijos a arreglárselas como puedan. 
Iniciamos desde un punto de vista psicólogo, porque creemos que es la característica mejor construida. El protagonista, Armando, poco a poco va haciendo evidente que de niño sufrió un evento traumático que le impide permitirse sentir o tocar a otra persona (por eso prefiere sólo mirar, esto le da también el nombre al filme, sus encuentros son desde allá, desde lejos). Su homosexualidad, a todas luces reprimida y la soledad en la que se encuentra termina de complementar la creación de un personaje que fácilmente puede ser catalogado como inservible socialmente hablando, pues tiene grandes problemas para relacionarse con la gente.

Por otro lado el personaje de Elder, quien será en buena medida "víctima de las circunstancias" se ve determinado por su entorno, es violento porque de lo contrario el mundo abusaría de él y las decisiones que toma van cambiando de acuerdo a las experiencias que enfrenta y en contraste con Armando no es necesario profundizar en demasía sobre su pasado. El contexto social, violento y empapado de machismo termina de definir las personalidades. 

Analizando el producto, nos encontramos con dos interpretaciones muy buenas. Alfredo Castro, quien hace el papel de Armando, encarna un personaje muy bien diseñado, incluso en sus silencios sigue comunicando tanto o más que cuando dialoga. El papel de Elder, realizado por Luis Silva, un actor no profesional, también es destacable pues refleja bien sus características. 

Los problemas vienen en la dirección de cámara, la cual por momentos abusa de los seguimientos por la espalda de los personajes (en gran parte de la cinta vemos la nuca de los actores). Hablando de abusos, también puede mencionarse uno en el uso de la cámara desenfocada, lo cual termina por eliminar a los lugares como un personaje más de la trama y más allá, convirtiendo la imagen un poco cansada para la vista, y no sólo eso pues también logra hacer que la fotografía no luzca a cuadro.  
Hay algunas escenas que pueden ser cuestionadas en su inclusión, pues no aportan nada a la narrativa y más aún incluyen algunas incongruencias con la forma de actuar de los personajes y algunos diálogos que usan (entiéndase como ejemplo el encuentro con el padre de Armando dentro de un elevador).  

Como conclusión, Desde allá es una película que plantea una buena construcción de los personajes y una historia bastante interesante, pero que en la forma de ser contada muestra algunos rasgos que pueden terminar por revolver al espectador o ser tomados como un dejo de incongruencia. Como apunte final y un tanto curioso, es probable que haya alguna interpretación sobre un posible plan en la historia, en palabras del director, ese no era el objetivo del guión.

Desde allá de Lorenzo Vigas, Venezuela-México, 2015, 93 min. Con: Alfredo Castro, Luis Silva, Jericó Montilla, et. al.


No hay comentarios:

Publicar un comentario