viernes, 20 de mayo de 2016

Sobre el eterno clasismo en México. Hilda

Por: Manuel Hernández-Samperio.

México se ha desarrollado con una polarización en cuanto a las clases sociales, es un claro ejemplo de cómo los cacicazgos terminan por oprimir a los menos favorecidos y cómo algunos líderes de las causas oprimidas terminan beneficiándose de ellas para escalar en el ámbito político, la frase "una vez que llegan ahí se olvidan de nosotros" lo complementa. El caso de Hilda pone el dedo en la llaga sobre este tipo de explotaciones, a un nivel más pequeño, pero que bien aplica para buena parte de la sociedad.

La señora Marchand, esposa de un rico necesita la ayuda de una "sirvienta", quien solía ser su jardinero y que le debe una fuerte cantidad de dinero le ofrece que Hilda, su esposa, le ayude por algunos días en lo que consigue a alguien más. Pero algo en la cabeza de la señora comienza a reanimarse cuando un grupo de estudiantes la entrevista para la realización de un video sobre la gente que participó en el movimiento del 2 de octubre, en donde la señora Marchand tuvo un papel activo.

Los recuerdos llevarán a la señora a tratar a Hilda como una "amiga", intentando romper las barreras que las dividen entre clases sociales, a pesar de la renuencia de Hilda a quien somete a base del poder que ostenta por su posición económica. Esta situación y un altercado de su esposo con los estudiantes del documental desencadenarán una serie de enredos con un final con tintes de comedia.
La película es la ópera prima de Andrés Clariond Rangel .
Nos encontramos ante una película que puede ser clasificada entre el ámbito de la comedia, el drama y hasta el terror. La señora Marchand, interpretada de manera óptima por Venica Langer, comienza a tener algunos delirios psicológicos que están bien plasmados en su personaje, sus obsesiones la llevarán aun grado en el que se convertirá en alguien aterrador. Hilda (Adriana Paz) por su parte, representa a una parte sumisa y hasta oprimida, a la que es fácil de controlar o chantajear a través del dinero y que difícilmente alzará la voz. Los demás personajes complementan o denotan algunos problemas paralelos, aunque lo más relevante de la trama está en la relación que llevan la patrona y la sirvienta.

En cuanto al guión y al forma en que se resuelve la historia podría dar la sensación de que hay algunas situaciones que rayan en la inverosimilitud y que por ende se sienten un tanto forzados, sobre todo hacia el final, en donde los estudiantes si bien con una justificación realizan un acto en donde detonan un caos que va más allá de las dimensiones que difícilmente podrían creerse.
La cinta se desarrolla en su mayoría en una casa, lo cual contribuye a crear en el espectador ese aire de encierro que invade a Hilda, sintiendo, hasta cierto punto, la desesperación que invade al personaje por salir de ahí. Esto se complementa con una iluminación en tonos oscuros que le agregan un aire siniestro.

Hilda es una historia que si bien con sus detalles que la hacen un poco menos creíble, tiene momentos que reflejan el acontecer y la forma en que se desarrollan algunos nuevos métodos de esclavitud en nuestra época, el clasismo y algunos tintes de racismo.

Hilda de Andrés Clariond, México, 2014, 99 min. Con: Verónica Langer, Adriana Paz, Fernando Becerril et. al.


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