viernes, 27 de mayo de 2016

Lo mejor de mi vida. Una historia de "Padres e Hijas"

vidaPor: Manuel Hernández-Samperio.

El cine estadounidense cuando retoma a las familias en donde uno de los padres está ausente suele llevar por comedias con final feliz en donde los personajes terminan por entender que necesitan de otro para ser felices, el caso de Lo mejor de mi vida llevará al espectador a un final un tanto difícil a base de golpes emocionales.

Russell Crowe encarna a Jake Davis, un escritor que por un accidente automovilístico perdió a su esposa y madre de Katie (Amanda Seyfried) su hija de cinco años. A partir de entonces tendrá que hacerse cargo de ella, pero a la vez tendrá que enfrentar una enfermedad psiquiátrica que podría terminar por jugar en su contra, pues según las leyes alguien con discapacidad mental no puede hacerse cargo de un niño.

Al mismo tiempo vemos a Katie en la época actual, descubrimos cuáles son sus pasiones y sus miedos y cómoen apariencia, va llenando el vacío de su pérdida, y que además, parece estar por vivir una historia de amor.

El guión plantea una historia llena de drama y de situaciones trágicas, desde el momento en que la madre muere parece que todo en la vida de ambos se ha derrumbado y difícilmente podrán recuperarse. La estructura narrativa presenta una serie de elipsis espacio-temporales realizadas de una forma sutil ya sea con movimientos de cámara o con los diálogos, lo cual provoca que no se sienta forzado en ningún momento ese juego en dos época distintas.

Las actuaciones son intensas, vemos a un Russell Crowe maduro, haciendo un excelente papel como escritor cuyo carácter es fuerte pero a la vez se ve disminuido por sus problemas mentales, en esta evolución de su personaje se evidencia su calidad como actor. Amanda Seyfried hace un buen trabajo obedeciendo a los tintes dramáticos que enfrenta su personaje, sus cambios también evidencian el buen manejo de las emociones que realiza.

La cámara tiene muchos detalles que la hacen interesante, si bien ya mencionamos que en ocasiones es utilizada para realizar las elipsis, también se nota uns experimentación incluyendo algunos planos secuencia que le dan mayor valor a la dirección. Esto se complementa con la buena fotografía que acompaña a la cinta y que en muchas ocasiones termina por inducir al espectador a la atmósfera o las sensaciones que se experimentan a través de lo sombrío o claro de las imágenes.


Si bien se respetan algunos detalles como el uso de la máquina de escribir o la ausencia de celulares, por momentos da la impresión de que no se está en la época de finales de los 80, es decir, se deja un tanto de lado la caracterización evidenciado sobre todo en la ropa para darle un mayor peso a la historia.

Otro de los puntos que pueden mencionarse es que se trata de una cinta que va directo a la parte emocional del espectador, si bien no nos plantea personajes que se regodean en su miseria o los problemas de la situación, sí logra una empatía a través de los golpes emocionales que le va dando, lo cual podría mover algunas fibras sensibles en su audiencia.

Lo Mejor de mi vida es una película que cimbrará a los espectadores gracias a la serie de situaciones que plantea, si bien el final es esperanzador es necesario tomarse algunos minutos para reestablecerse y digerir lo que se ha visto. 

Lo mejor de mi vida de Gabriele Muccino, Estados Unidos, 2015, 110 min. Con Russel Crowe, Amanda Seyfried, Aaron Paul, et. al. 

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