viernes, 27 de mayo de 2016

La tragedia después de la tragedia. Sabrás qué hacer conmigo

Por: Manuel Hernández-Samperio.

El cine mexicano está plagado de historias que presentan personajes víctimas de una tragedia, cuya vida parece venirse abajo y a quienes les sucede todo lo malo. Santa (Antonio Moreno, 1931), la primera película sonora mexicana, es una suma de desgracias hasta Pedrito Fernández cuando personificó a Paquito (Mamá soy Paquito, Sergio Véjar, 1983) un niño huérfano al que también, todo le pasa. Y eso sólo por mencionar algunos. Sabrás qué hacer conmigo va por una senda parecida.

Nicolás es un fotógrafo español, vive solo en el exilio y sufre de epilepsia, enfermedad que poco a poco se va agravando y que por lo mismo lo ha orillado a la soledad voluntaria. ¿Quién quiere vivir con alguien así? Se pregunta.

Isabel es una mujer cuya vida no ha sido mejor. Es hija de un padre famoso que abandonó el hogar cuando su hermano murió, factor que ha sumido en una depresión de 16 años a su madre. Isabel tiene que lidiar con su duelo y con los constantes intentos de su madre por quitarse la vida, dejándole muy poco tiempo para sí. Cuando los caminos de ambos se crucen deberán decidir si se separan o se quedan juntos, a pesar de que esto implique una tragedia mayor.


El segundo largometraje de Katina Medina Mora nos plantea un par de mundos solitarios que parecen ir deambulando por la vida sin saber qué hacer con ella, o quizá sea más acertado sin saber cómo tomar el control de la misma, soledad que en algún momento los llevará a enganchar y estar juntos. Comenzando por el guión, tiene sus pros y contras, la característica que llama la atención es la manera en que está estructurada la narrativa, en tres capítulos: Nicolás, Isabel e Isabel y Nicolás, no hay mucho qué explicar primero nos presentan las dos visiones (por momentos totalmente opuestas) sobre su encuentro semi casual, para en el tercer capítulo mostrar lo que vendrá al estar juntos.

Pero esa estructura juega también en contra. En cada una de las historias se encuentran ambos personajes que pronto se cae en lo tedioso y repetitivo. Dando la impresión de que las historias se ven una y otra vez, provocando cierto naufragio en la trama, hay momentos en que no se sabe si se llegará a un lado. Más aún, cuando parece que la cinta toma un camino, hay los suficientes elementos para predecir el final, que por cierto se sugiere desde la primera toma.

Las actuaciones son interesantes, Isabel encarnada por Ilse Salas, logra transmitir esa soledad y frustración que la acompañan, las escenas con su madre (Rosa María Bianchi) son muy buenas debido a las interpretaciones de ambas, Pablo Derqui (Nicolás) también hace un muy buen trabajo, las ocasiones en las que tiene ataques por su enfermedad lo hace muy bien, incluyendo una escena de "alto riesgo ". 

La música, a pesar de tener gran presencia no cansa ni termina siendo molesta, no ilustra, acompaña. Y en este aspecto hay en la historia un momento cumbre en donde la música acompaña de bella forma ese punto dramático, contrastando las situaciones. La fotografía es el otro gran aspecto a destacar, está muy bien llevada, los espacios exteriores están hechos con luz natural, pero es en los interiores es donde está el mayor acierto, ya que están bien manejados y se nota que en todo momento hay una atmósfera lúgubre que acompaña a la perfección las psicologías de los personajes o los estados de ánimo.

Sabrás qué hacer conmigo es una película que propone muy poco y con un final muy predecible, debido a la constante reiteración de la historia y la forma en que está estructurada. Si bien se asoma (o sugiere) la intención de celebrar a la vida, pesa más la constante tragedia que ha marcado a los personajes determinando actitudes y a la misma historia.

Sabrás qué hacer conmigo de Katina Medina Mora, México, 2015, 86 min. Con: Ilse Salas, Pablo Derqui, Rosa María Bianchi, et. al.


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