jueves, 12 de noviembre de 2015

¿Qué harías por que tus secretos no se revelen? El Club.

Por: Manuel Hernández Samperio

Un grupo de curas retirados y excomulgados viven aún a costillas de la Iglesia católica que en los últimos años ha buscado hacer una limpia y hacer que estas personas paguen por lo que hicieron (al menos eso demuestra la película) viven en una casa casi olvidada en Chile. A esta casa llega un nuevo cura y con él una persona que desestabiliza la calma que tenían. Gracias a esto, el nuevo cura se suicida y precipita algunas acciones por parte de las autoridades eclesiásticas, quienes tratarán de investigar las causas de ese suicidio y encontrar alguna razón para cerrar la casa de retiro. Los curas por su parte, conscientes de que no tienen otro lugar a dónde ir harán todo lo posible por convencer al auditor de que no ha pasado nada, llevando una cosa a otra y a un final inesperado. 



La nueva entrega de Pablo Larraín, difiere bastante de su película anterior, No (2012). En esta ocasión cambian algunas cuestiones, la narrativa y el uso del lenguaje audiovisual hacen más lenta la película, buscando que sea un poco más "contemplativa" y que de alguna manera se ajuste a la vida de los curas. 

Con situaciones que van desde la tranquilidad del retiro hasta el dramatismo de las muertes y la sorpresa que puede crear en el espectador cada una de las decisiones que toman los personajes, la historia en un inicio se siente sosa, pues da la impresión de que no tiene con claridad el rumbo que ha de tomar, presentando situaciones que en apariencia no tienen una conexión, esto cambia cuando la aparición de un personaje le dará un buen giro a la trama para llevar a un final sorprendente, que engloba cada uno de los elementos que fueron apareciendo en el camino. 

La fotografía es destacable. Es evidente que la película fue filmada en el otoño chileno en la costa, pues la neblina y el color blanquecino que produce predomina en las tomas de día, dando una atmósfera fría, incómoda, como el carácter de la mayoría de los personajes y las situaciones que atravesarán. 

Un punto a resaltar son las actuaciones de los personajes, cada uno con un carácter distinto, pero que viene a complementar al grupo y aportar lo suyo a la convivencia que se da en la casa. La actuación del viejo que se empieza a quedar sin memoria es destacable. También es destacable  del director que no volvió entrañable a ninguno de sus personaje (situación que sule suceder cuando se presentan personajes de edad avanzada) y más allá de eso les respetó el carácter fuerte que chocará con las situaciones que enfrentarán, la solución a la que llegan es muy acorde a esta forma de ser.

En su conjunto, El Club es una película que invita a la reflexión sobre los casos que han salido a la luz sobre los abusos cometidos por los guías espirituales de la religión. Una temática actual que merece una búsqueda de justicia para sus víctimas. 

El Club de Pablo Larraín, Chile, 2015, 98, Marcelo Alonso, Antonia Zegers, Alfredo Catro, et. Al. 



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